March 24, 2020 17:10
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@MyriamLewin autora junto a Olga Wornat de #PutasYGuerrilleras, el libro que rescata su historia y de otras mujeres detenidas, secuestradas, torturadas y violadas durante la útlima #dictadura cívico-eclesiástico-militar. "Para ellos la palabra puta era el peor castigo y guerrillera también, porque era lo peor que podías hacer y más si eras mujer". "Éramos mujeres contranatura, éramos casi monstruos" remarcó, sin embargo cuando las interrogaban y las conocían, se daban cuenta que no eran monstruos, "pero nos seguían matando igual". "También en su posición patriarcal ellos tendían a desculpabilizarnos,porque habíamos sido engañadas, nos habían lavado la cabeza, porque porsupuesto no teníamos capacidad de discernir de motus propio sino que algún varón nos había arrastrado", y por lo tanto "éramos unas tontitas que nos habían arrastrado a la militancia los varones" . "Nostoras nos habíamos corrido de ese rol de mujer-objeto decorativo y ellos querían moralizarlo, porque como todo violador quieren rencausar". Además, remarcó que durante muchos años no las entendieron como violaciones: "Entendimos ahora el #consentimiento, y aún hoy vas a una comisaría a denunciar una violación y tenés que demostrar que te defendiste". Read more
@MyriamLewin autora junto a Olga Wornat de #PutasYGuerrilleras, el libro que rescata su historia y de otras mujeres detenidas, secuestradas, torturadas y violadas durante la útlima #dictadura cívico-eclesiástico-militar. "Para ellos la palabra puta era el peor castigo y guerrillera también, porque era lo peor que podías hacer y más si eras mujer". "Éramos mujeres contranatura, éramos casi monstruos" remarcó, sin embargo cuando las interrogaban y las conocían, se daban cuenta que no eran monstruos, "pero nos seguían matando igual". "También en su posición patriarcal ellos tendían a desculpabilizarnos,porque habíamos sido engañadas, nos habían lavado la cabeza, porque porsupuesto no teníamos capacidad de discernir de motus propio sino que algún varón nos había arrastrado", y por lo tanto "éramos unas tontitas que nos habían arrastrado a la militancia los varones" . "Nostoras nos habíamos corrido de ese rol de mujer-objeto decorativo y ellos querían moralizarlo, porque como todo violador quieren rencausar". Además, remarcó que durante muchos años no las entendieron como violaciones: "Entendimos ahora el #consentimiento, y aún hoy vas a una comisaría a denunciar una violación y tenés que demostrar que te defendiste".